El conflicto entre la Cooperativa Eléctrica de Rojas y el gobierno municipal a cargo de Román Bouvier va en ascenso. Las declaraciones realizadas por el intendente municipal y por el presidente del Concejo Deliberante, Diego Pérez (que además es consejero municipal en la Cooperativa), resonaron en la Clyfer; tal es así que el presidente del Consejo de Administración, Alfredo Olego, salió a responderle a los radicales.
Para comprender el inicio del conflicto es necesario recordar los dichos del jefe comunal y el presidente del Concejo Deliberante. En declaraciones vertidas a medios locales, Bouvier se despachó contra la cooperativa y lanzó frases como: “La Clyfer deja mucho que desear”. Por su parte, Pérez, cuestionó: “Tengo dudas si la Clyfer va a garantizar el funcionamiento del tomógrafo”.
Además, Bouvier adelantó esta semana que su gobierno decidió establecer un sistema de auditoría sobre los medidores y también cambiar el sistema del contrato de alumbrado público. La idea es que el municipio pague por órdenes de servicio de trabajo que realice la Cooperativa y no un monto fijo, justo en un año en el que el contrato de concesión se vence, aunque la Cooperativa tiene todas las herramientas legales para darle continuidad.
La respuesta de la Cooperativa Eléctrica de Rojas
En primer lugar, Olego llevó tranquilidad a la comunidad aclarando que “nunca estuvo en duda dar el servicio del tomógrafo”, y recordó que “la Cooperativa donó dinero porque estaba segura de ello”.
Además, el presidente del Consejo de Administración detalló que la provincia da la posibilidad de presentar planes de inversión para realizar obras que deben ser debidamente justificadas. “Una de ellas era la mejora de la estación transformadora que se encuentra en el hospital. Como el Concejo Deliberante no aprobó la propuesta, esta obra se cayó del plan provincial”, reveló.
Esa obra que hace mención Olego, tiene un costo aproximado de 300 millones de pesos. “No le hubiera costado ni un centavo a ningún habitante de Rojas, pero se cayó y se perdió. Caída esta situación, y habiendo recibido por parte del municipio la necesidad de colocar el tomógrafo, se realizó un presupuesto de ampliación de la estación existente, de la cual el costo ascendía a 50 millones de pesos. Este monto lo soporta la cooperativa y, por ende, de alguna manera, todos los socios”, criticó.
El Contrato de Concesión, la clave de todo
Detrás de las declaraciones está el contrato de concesión entre el Municipio y la Cooperativa por el servicio de alumbrado que vence este año (se firmó en 1994 y la Cooperativa puede renovar automáticamente).
Desde hace un tiempo la Clyfer viene enviándole notas al Departamento Ejecutivo adelantando la intención de continuar prestando el servicio, pero no recibe respuesta alguna, dilatando una situación innecesariamente. “La cooperativa cumplió y cumple con todos los aspectos que fueron y son solicitados por organismos de control. Inclusive cumplió en enviar la nota al municipio de querer continuar con la prórroga que por derecho le corresponde por dos periodos más, pero el municipio no dio conformidad ni la da”, explicó Olego.
De no llegar a un acuerdo pueden ocurrir dos situaciones: la prórroga del contrato (algo que va a terminar sucediendo por cuestiones lógicas), o que la Clyfer deje de habilitar el servicio eléctrico después de 90 años ininterrumpidos y se deba entregar a una empresa privada con todo lo que eso conlleva, previo pago por parte del municipio de todos los insumos, vehículos, indemnizaciones personales, etcétera.
Respecto al servicio de alumbrado público, Olego informó que “la Cooperativa cobra por un mantenimiento del alumbrado acotado por solicitud del municipio, contrato que se renueva a mes vencido y que no siempre está acorde con los valores que le corresponden”. Y cerró remarcando que “el monto acordado es uno de los más bajos de la zona”.
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